domingo, 6 de marzo de 2011

...¡¡¡Que podemos esperar de nuestras instituciones del orden público!!!

Bernardo Antonio Diaz Jimenez Escuela Abierta
Bernardo Ant. Díaz Jiménez
bernardo89@hotmail.com
Constanza, RD

...¡¡¡Que podemos esperar de nuestras instituciones del orden público!!!

Artículo 42.- Derecho a la integridad personal. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin violencia. Tendrá la protección del Estado en casos de amenaza, riesgo o violación de las mismas. En consecuencia:
1) Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o procedimientos vejatorios que impliquen la pérdida o disminución de su salud, o de su integridad física o psíquica. (constitución dominicana).

Los derechos humanos son derechos que poseen los hombres. Estos privilegios son las pautas que orientan la convivencia humana y tienen como punto de partida los principios de libertad y de igualdad. A pesar de existir un amplio dispositivo nacional, regional, e internacional para la defensa de los derechos de los hombres no hay un respeto absoluto por estos.
La tortura siempre deja secuelas, físicas o psíquicas y en muchos casos irrecuperables. Dejan a la víctima marcada para siempre y mucho más a aquellos que son más débiles. También en muchos casos produce la muerte, bien de forma premeditada o como un error de cálculo.
Nuestro municipio se está convirtiendo en una especie de jungla, donde las instituciones como la policía nacional que está presta a poner el orden lo que hace es perseguir y agredir a los ciudadanos de este olvidado pueblo, violentando el orden constitucional y la Declaración de los Derechos Humanos Tenemos pruebas de esto, ya que recientemente por un error de cálculo se hizo un embargo a una institución equivocada, donde fue agredido físicamente por un miembro de la policía a un humilde ciudadano. De la misma manera fue agredido Arturo Díaz, quien se le tenía detenido sin permitirle verle, ya que tenía un hematoma visible en el ojo derecho ocasionado por un teniente de la institución. Lo que entonces nos muestra que la policía se ha convertido en un verdugo de la población.
Creo que hay que hacer una revisión de su personal, hacerle una evaluación sicológica, para ver el grado de madurez que tienen sus miembros, incluyendo quien la dirige, porque no tienen los más mínimos controles emocionales. Me luce que hay que llevarlos a un centro de especialidad para que se corrijan los atropellos en contra de la ciudadanía. Digo esto porque cuando estaba en la fiscalía explicando las violaciones a los derechos humanos y a la Constitución Dominicana fui agredido verbalmente y casi físicamente por dos miembros policiales.
Entonces como pretende una institución que el Estado dominicano la tiene para preservar el orden, lo que hace es violentarlo. Señores policías, la sociedad necesita poner el orden, no violentarlo. Esa no es la mejor forma de contribuir a buscar tranquilidad en la ciudadanía. Quiero refrescarle la memoria al mayor que está creyéndose un cacique, en la década de los setenta había un coronel del ejército nacional llamado García Tejada, que el pueblo se cansó de los atropellos y la altanería con que reprimía a la ciudadanía y terminó siendo repudiado y sacado del municipio. Para que usted no termine igual, trate de conducir al pueblo usando la forma más sutil y amables respetando los derechos que le asiste a cada ciudadano y ciudadana, recordándole que “el respeto al derecho ajeno es la paz”, (Benito Juárez).

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