jueves, 19 de mayo de 2011

LA INTEGRACIÓN… TRABAJO DIARIO EN LA DOCENCIA

.LA INTEGRACIÓN… TRABAJO DIARIO EN LA DOCENCIA

Conferencia a cargo de:

MARÍA ELENA BLANCO

Magister en Educación, mención Investigación Educativa

Universidad Rómulo Gallegos – Venezuela



En todo el mundo, la educación en sus distintas formas, tiene por cometido establecer entre los individuos vínculos sociales procedentes de referencias comunes. Los medios empleados varían según la diversidad de las culturas y las circunstancias pero, en todos los casos, la finalidad principal de la educación es el pleno desarrollo del ser humano en su dimensión social. "Se define como vehículo de las culturas y los valores, como construcción de un espacio de socialización y como crisol de un proyecto común". (Sáez 2002,p.28)

La integración de toda la sociedad humana procede de un conjunto de actividades y de proyectos comunes, pero también de valores compartidos, que constituyen otros tantos aspectos de la voluntad de vivir juntos. Con el tiempo, esos vínculos materiales y espirituales se enriquecen y se convierten en la memoria individual y colectiva, en un patrimonio cultural en el sentido amplio de la palabra, que origina el sentimiento de pertenencia y solidaridad.

Según la UNESCO, 1994, todos las personas tienen derecho a la educación. La Educación Integradora nace de la idea de que la educación es un derecho humano y básico y proporciona los cimientos para lograr una sociedad más justa. Desde una visión universal la integración, es un proceso continuo y progresivo que se inicia desde el grupo familiar con la finalidad de incorporar al individuo a la vida escolar, social y laboral.



La realidad social nos indica que el gran problema de la integración en las aulas radica en agentes externos, falta de integración de los padres, desconocimiento de idiomas, realidades sociales etc. siendo los propios alumnos los más integrados y asimilando más rápidamente los cambios, sin duda es imprescindible una mejor sensibilización del docente hacia esa realidad multicultural.

En este sentido, hablar de la escuela de padres es referirnos a uno de los pilares imprescindibles de la sociedad actual, la cual ayuda a conseguir la buena armonía en las condiciones de las aulas en la relación alumno/docente.

La familia es el ámbito natural de desarrollo de los niños, tal como señala la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (1989): la cual dice textualmente:



“en esta sociedad marcada por el ritmo trepidante de vida y la necesidad cada vez mayor de trabajo para toda la unidad familiar, comporta que estemos perdiendo valores por la menor dedicación a nuestros hijos y trasladando muchas de nuestras obligaciones al entorno escolar”.



Si bien es cierto muchas veces le entregamos a los docentes nuestras responsabilidades como padres sin detenernos a pensar que nuestros hijos son nuestras responsabilidades, las cuales debemos asumir de manera muy responsables.

No se justifica que el niño pase la mayor parte de su tiempo con sus maestros, debido al despego de papá y mamá quienes invierten su tiempo en actividades complementarias y aún así siguen acrecentando el desapego en las relaciones familiares por cumplir con ciertos horarios, restándole interés a su entorno familiar.

Me gustaría definir la palabra maestro/docente



Se aplica a la persona que se dedica a la enseñanza o comunicación de conocimientos, habilidades, ideas o experiencias a personas que no las tienen con la intención de que las aprendan.

Podemos apreciar que este concepto define perfectamente a los padres y es en esos cimientos y en el crecimiento del niño donde es imprescindible que los padres se adapten a las nuevas realidades sociales y evolutivas de nuestra sociedad.

A tal efecto las escuelas de padres tienen que servir para reconducir esos lazos de comunicación y entendimiento entre padres e hijos en todas sus etapas de esta manera estaremos facilitando que la labor de maestro/docente en el aula sea la que corresponde.

La escuela de padres es ni más ni menos que la formación orientación y reflexión sobre la dinámica familiar .Es un recurso de apoyo a las familias para que puedan desarrollar adecuadamente sus funciones educativas y socializadoras, y superar situaciones de necesidad y riesgo social; es uno de los programas de carácter preventivo que contribuyen a modificaciones de conductas y a la adquisición de pautas saludables de dinámica familiar.



NOS LLEGAMOS A PREGUNTAR:

PARA QUE SIRVE LA ESCUELA D PADRES?



• Sirve para reforzar el papel como educadores en la vida familiar y comunitaria.



• Es útil en la práctica del día a día para ayudarnos a cambiar en lo que necesitemos y decidamos.

La familia es la única institución social que se da en todas las sociedades y culturas. Esto es debido a que cumple una serie de funciones necesarias y básicas para sus miembros. La familia significa tanto para el individuo, que incluso una vez que alcanza la independencia y autonomía de su familia de origen, sigue necesitándola.

Cabe mencionar también, la integración de estudiantes con discapacidad a la escolaridad común, son dos alternativas que hoy existen a la hora de elegir la educación de niños y adolescentes con algún tipo de discapacidad o lo que es más común, con potencialidades a desarrollar. Estos conceptos deben ser trabajados en base al conocimiento y no en base a los prejuicios y mitos en torno a la discapacidad, no dejando de lado, lo expuesto por la psicopedagoga Gabriela Covache“ es necesario pensar que en la discapacidad como un hecho social, en el cual todos estamos implicados de una u otra manera. Y no olvidar que la persona con discapacidad es ante todo, un sujeto, con todo lo que esto implica, y debe ser tratado como tal, con sus derechos y obligaciones”.

Lo más difícil de estos casos es la integración de estos jóvenes al campo laboral, debido a que se debe canalizar a través de las políticas del estado, sobre todo la disposición y aceptación de estos jóvenes dentro de sus empresas, donde más que una eficiencia laboral ellos, ofrecen la humanización que desbordan a diario, aspecto muy válido para mantener una excelente salud mental para enfrentar el devenir diario de actividades estresante que conlleva estar 8 horas diarias, ofreciendo servicios a distintas personas con diferentes caracteres.

Otro aspecto que es de gran importancia con relación a la integración de culturas, y aquí manejaríamos un poco lo que sería enfoques monocultural, intercultural o multicultural.

Me voy a detener un poco en describir estos términos:

Con respecto a esto, el enfoque monocultural considera que las diferencias del lenguaje y costumbres de los pueblos constituye una traba para su incorporación efectiva a los procesos de modernización, hablando particularmente de los grupos indígenas, a los que se les considera menos dotados por su bajo nivel cultural. (Revalorar en nuestras aulas a estudiantes extranjeros, sintiéndonos nosotros los docentes con capacidad necesaria, para poder expandir el conocimiento traído por éste, y hacerlo partícipe de nuestro convivir).

Cuando hablamos del enfoque intercultural, nos referimos a todo lo contrario del anterior, nos referimos entonces a la incorporación de estas culturas ajenas a las nuestras, promoviendo la convivencia, interacción, intercambio, reconocimiento y aceptación de los valores y modos de vida de los otros.

En el enfoque intercultural, se prepara al estudiante a convivir en una sociedad donde la diversidad cultural se reconoce como legítima y a su vez es considerada como una riqueza y no como un problema.

Para nadie es un secreto que las emigraciones están suponiendo amplios cambios demográficos que implican importantes retos en lo que concierne tanto al desarrollo social y cultural del conjunto de España como al de cada una de sus comunidades autónomas. En este sentido, es cada vez más importante asumir y orientar el pluralismo cultural que contribuya a la construcción de una sociedad más democrática y solidaria.

Por eso, cualquier medida de mejora debe basarse en el objetivo de garantizar, por una parte, una igualdad de oportunidades universales y, por la otra, una interculturalidad donde el respeto y el diálogo entre las diferentes culturas se realice en el marco de los Derechos Humanos.

Se trata, entonces, de la realización de una educación intercultural, concepto que va mucho más allá de la simple cualificación de los jóvenes para las exigencias del mercado de trabajo, y que se está imponiendo progresivamente para designar el conjunto de prácticas educativas destinadas a fortalecer, implantar y extender los derechos de las minorías, despertar la comprensión de la multiplicidad cultural y lingüística, fomentar la tolerancia, combatir los prejuicios, eliminar las discriminaciones y desarrollar el respeto a los demás independientemente de cuál sea su condición, procedencia cultural, lingüística, étnica, o religiosa. Se trata, en fin, de dar un sentido concreto a la idea de una ciudadanía plural llenándola de vida y permitiendo, especialmente a los jóvenes, la realización de todas sus posibilidades.

Para concluir quiero dejar este magnífico pensamiento escrito por el Carlos D. Mesa Gisbert (Ex-Presidente de Bolivia):

No podrá lograrse una integración real entre las naciones de América Latina y el resto del mundo, sin un conocimiento profundo del otro, de su cultura y de su visión de mundo. Romper los prejuicios entre naciones, comprender nuestra historia y acercar nuestras culturas, conocerse en suma, es un camino inescapable hacia la integración"

MUCHAS GRACIAS

LA LECTURA: ASALTO CREATIVO/MULTICULTURAL

.UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MARACAY-VENEZUELA

DEPARTAMENTO DE CASTELLANO Y LITERATURA

DOCTORA MARÍA DEL ROSARIO CHACÓN ORTEGA



CONFERENCIA

LA LECTURA: ASALTO CREATIVO/MULTICULTURAL

DESDE LA EDUCACIÓN SUPERIOR.


El Internet es una revolución imposible de detener. El fenómeno que cambió la manera

de percibir el mundo, especialmente entre las jóvenes generaciones también

ha transformado la literatura Universal y desde el punto de vista financiero,

la configuración del mercado editorial transnacional.

Luis Barrera Linares.1





Mucho se ha discutido en los últimos años en torno a la educación y a sus diferentes componentes. Después de once años de terminado el siglo XX, la segunda década del nuevo milenio se percibe umbría y, por sobre todo, apocalíptica. La rutilante centuria arribó con cambios y transformaciones en todas las áreas. Al iniciarse la segunda década del siglo XXI, vislumbramos el hecho educativo recorriendo rumbos imprecisos. En este universo tambaleante el desarrollo científico (término por demás discutible) presenta el desafío de una constante renovación: la tecnología contemporánea obliga a actualizarse en la inmediatez. Las redes de telecomunicación son expeditas. El mundo globalizado, en el cual estamos inmersos cada día, fluctúa entre países ricos y muy pobres.

Dentro de este universo despeñado, cambiante e indiscutiblemente anclado en un presente continuo, no se puede dejar de avizorar el porvenir. Por eso, cuando pensamos en el futuro de la educación, indudablemente centramos el dilema, la incertidumbre hinca sus garras. Con todo, es en la educación donde se incrementa la demanda de valores humanos, espirituales y emocionales. Ante este escenario, existe un enorme consenso del cual participan los diferentes entes comprometidos con la misma. A pesar de eso, la vacilación no se refiere nada más a la perspectiva del futuro, sino también a la indecisión que discurre en torno a la validez del conocimiento y a la permanencia del mismo, lo que deviene en la decisión que tomamos con respecto al conocimiento mismo.

La educación en general está construida sobre certezas. Nuestra educación para la incertidumbre es deficiente, o como afirmaba Morin (1999): "existen algunos núcleos de certeza, pero son muy reducidos.” (Pág.5) Lo que se podría traducir realmente en que atravesamos un universo de incertidumbres, en el cual hay algunos espacios de certezas. Asimismo, siguiendo a Morin, hay un indiscutible apremio por asumir cambios que transformen nuestro medio en un entorno capaz de proporcionar paz y felicidad. Ante y desde esa urgencia, nos sentimos identificados y comprometidos con una educación para un desarrollo sustentable, donde lo sustantivos claves deberían ser: democracia, equidad, justicia social, paz y armonía con nuestro entorno natural. De esa manera, se inmortalizaría la noción de durabilidad vinculada con la manera de asumir la vida.

Indudablemente y tomando en cuenta las anteriores pinceladas surgen una serie de incógnitas: ¿Cómo percibimos el problema de la migración dentro del aspecto educativo, en el mundo y en Latinoamérica? Esa es una arista de la conformación mayor llamada educación, pero no por eso menos importante. El caso latinoamericano es bien llamativo. Hasta los años setenta y bien subidos los ochenta varios países latinoamericanos se convirtieron en el destino perseguido o aspirado de una gran cantidad de inmigrantes. Destinos como el de Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y por supuesto Venezuela, fueron la niña bonita de la comarca, es decir atrajeron a millones de europeos, árabes y asiáticos. Muchos factores intervinieron en eso. Todos de muy diversos orígenes: Condiciones climatológicas mucho más placenteras que las de sus países de origen, las Guerras Mundiales y las internas, las terribles intolerancias raciales o religiosas y también las oportunidades/ apetitos económicos que presentaban estos países para impulsar empresas con relativamente poco capital y poca competencia.

Con todo este esbozo la indiscutible afirmación necesaria es que los inmigrantes beneficiaron muchísimo la actividad económica de estos países y se convirtieron y aun son contemporáneamente parte importante de su desarrollo.

Es conveniente precisar que la migración no es un caso nuevo. Desde el origen mismo de la humanidad ha existido. Amén de como un inapreciable elemento de transmisión de ideas, costumbres, intercambio tecnológico, artístico y gastronómico. En estos momentos, Latinoamérica sufre una fuerte contracción de su historia migratoria. Especialmente llamativo es el caso de nuestra Venezuela. Venezuela ha pasado de ser un país de inmigración a país de alta emigración y, junto con Colombia, es, hoy la nación con más alta “fuga de cerebros” del continente. Tal situación nos conduce a indagar dónde van todos estos profesionales, qué destinos les alojan… y sus hijos…dónde y con estudian?

Ante este mapa cultural, se nos dibuja una realidad: ¿Qué pasa en las aulas de clases con la lectura bastión primordial del hecho educativo? Frente a un panorama multicultural el desinterés por la lectura no sólo se percibe en los ámbitos iniciales, sino también en el universitario. Las últimas décadas requieren un cambio de actitud que tome en consideración el escenario que enfrenta además el libro/ el libro en el concierto de un cada vez más variado y complejo sistema de signos y que, lejos de descalificar la avalancha de mensajes multimediales, multiculturales y bilingües los incorpore en estrategias en que se reconozca la singularidad del texto.

Si como afirma Barthes (1980) "Leer es encontrar sentidos": éste es el desafío al que nos enfrentamos los que nos dedicamos a la enseñanza: aprender a leer de nuevo los signos de los tiempos. El problema lo vamos a situar ahora, en el marco más amplio de la enseñanza de la LENGUA en la Universidad y de su función en la formación humanística del universitario.

La lectura no constituye, por ser una forma superior de expresión de experiencias humanas universales, sólo un tipo de discurso específico que debe estudiarse con adecuados “instrumentos técnicos”, sino y, sobre todo, una forma de conocimiento y apropiación, por parte del sujeto-estudiante, de lo humano universal, histórico, pluricultural y particular, en profundidad y globalidad.

Por lo tanto, podría enfocarse esta disciplina como "Lectura y Cultura", y en tal sentido, aparecería, no sólo necesaria para las carreras especializadas en su estudio sino altamente aconsejable para todas las carreras universitarias. Debe destacarse, asimismo, la importancia de la lectura en el ámbito venezolano, latinoamericano y mundial.

Sería conveniente procurar convertir la lectura en una disciplina de mayor participación y actividad del estudiante, donde la exposición de resultados y memorización de los mismos sea reemplazada por el planteamiento de problemas cuya solución, en parte, sea responsabilidad de los propios educandos.

Las deficiencias culturales de los alumnos (específicamente sus experiencias de lectura) hacen necesario un reforzamiento en cuanto a mejorar las técnicas de adquisición de conocimientos y de aproximación a los textos escritos, visuales, etc., ciertamente más complejos que otros tipos de escritura.

En un medio, en general, culturalmente pobre, es preciso acentuar por vías diversas la importancia de los contextos que la lectura pone en movimiento. Se trata, entonces, de situar el texto lectura en las coordenadas histórico-sociales, artísticas, etc. Para los fines señalados se propone:

1. Construcción elaboración de Textos-guía con las siguientes características: Un texto central compuesto de Unidades y Subunidades intercambiables. Conjuntamente cada Unidad corresponderá a un problema-autor-texto, se establecerá un tipo de trabajo a partir de núcleos temáticos.

A su vez, cada Unidad se compondrá de cuatro Subunidades:

a) Un Preámbulo al problema.

b) Un Fragmento Textual comentado.

c) Lista de Preguntas para situar la solución del problema.

d) Referencias bibliográficas, hemerográficas y electrónicas que ayuden a orientar, extender, consultar y resolver los planteamientos.

e) Amplias sugerencias de Actividades Complementarias (apoyos audiovisuales: uso de grabaciones sonoras, grabaciones de su propia voz, (lecturas, dramatizaciones, música), filmes, videos, diapositivas, mapas; visitas a museos, exposiciones, representaciones teatrales, conciertos, charlas complementarias, excursiones, etc.

Cada Unidad y Subunidad deberá ser impresa independientemente. Esto permitirá que de acuerdo a los acontecimientos, los intereses y las necesidades del curso, se realicen cambios o reordenamientos de autores, textos, sugerencias o bibliografía, según el profesor lo estime conveniente.

Todo esto estaría dentro de un C.D en un Programa computacional que posibilitaría la solución de problemas individuales (léxico, información específica (lingüística, histórica, geográfica, etc.), indagaciones adicionales para ampliar y complementar (bibliográfica, electrónica, gráfica, etc.). Tal situación solventaría diferencias de intereses por parte de los estudiantes, al mismo tiempo que solucionaría parcialmente los actuales problemas de falta de libros en muchas bibliotecas.

Sin embargo, no se trata de sustituir la lectura por otras formas, sino de situarlas debidamente, ponerlas a dialogar. Todos los elementos y formas de expresión aparecen en la lectura: el habla y la escritura, la entonación y la caligrafía, la poesía y la página iluminada del manuscrito, la voz, la letra, la imagen visual y el color, coexisten en los modernos medios de comunicación. Pensemos en el cine y en la televisión.

Por primera vez en la historia, los poetas y sus intérpretes y colaboradores-músicos, actores, tipógrafos, dibujantes y pintores- disponen de un medios que son simultáneamente, palabra hablada y signo escrito, imagen sonora y visual, en color o en blanco y negro, tridimensional o no, entonces porqué en vez de criticarlos acérrimamente no los aprovechamos al máximo? Lógicamente, esto amerita un compromiso mayor y un “Maestro invisible”(Chacón 2009), que pueda poner en sintonía todos esos elementos para la formación y preparación de sus estudiantes.

El empleo de mensajes correspondientes a otros sistemas semióticos no verbales, no sólo no debilita el enfoque centralmente literario, sino que, en cierto modo, le devuelve a la creación literaria ciertas dimensiones perdidas y añoradas por los escritores.

Recordemos, para citar dos casos muy cercanos, los intentos de Julio Cortázar y de Nicanor Parra por transcender el objeto libro y el carácter meramente escritural de la literatura en obras como La vuelta al día en ochenta mundos o Último round y Artefactos o Chistes para desorientar a la Policía/poesía, respectivamente. En este momento hay infinidad de autores incursionando en territorios más cercanos al estudiante contemporáneo. Por eso, un profesor activo que conecte esa búsqueda con los estudiantes que prepara sería la combinación perfecta.

La actividad docente implica un compromiso emocional muy intenso. Su situación laboral se da en una institución, la escuela, la universidad con sus peculiaridades y estilos de relación y comunicación, en un determinado contexto y, conjuntamente, en un ámbito específico, el aula, con muchas individualidades demandantes y expectantes de las actitudes y respuestas del docente, con sus aciertos y errores. Este conglomerado produce un clima emocional en el grupo que, dependiendo de la realidad del docente y de cómo percibe éste esa realidad (cálida/agresiva), serán las conductas que implementará, creando ciclos o cursos de acción, y, de acuerdo con ellos, corresponderá determinado equilibrio emocional.

También se da el caso de docentes que, por sus carencias económicas, deben procurarse más de un cargo, de esto no está exenta la universidad. Es decir, se precipita en el famoso pluriempleo de nuestro sistema educativo, que como ya se evidencia afecta cada día más a la propia universidad. A pesar de que un docente que labora en ella no debería, por cuestiones reglamentarias, tener otro trabajo. La realidad es más sorprendente que la ficción misma, los mismos Profesores en Categoría de Titular Dedicación Exclusiva se han desplazado a buscar otros espacios laborales, para complementar su salario. Así que es cuestión de deducción, de los profesores en categorías menos aventajadas económicamente qué podemos esperar.

Estas situaciones, hilvanadas a malas condiciones de trabajo y de medio ambiente zonas desfavorables, aulas deficientes en sus instalaciones o sin recursos para la actividad docente, como se constató en aulas de varias universidades, conllevan a que la práctica educativa se vaya cargando de elementos que son difíciles de disociar a la hora de esperar resultados más favorables.

Por lo tanto, es urgente construir estrategias para revertir este ciclo de malestar, pues a pesar de que algunos docentes desean permanecer en el sistema, debido a la intensidad vocacional de la profesión, habría que completar los estudios con otras investigaciones y ver cómo influye en ellos el problema del desempleo. También debemos considerar el hecho de que desear permanecer no significa necesariamente ausencia de malestar.

En definitiva, se debería devolver al docente el rol de conducción del proceso de aprendizaje que alguna vez tuvo y del que hoy se siente despojado.

En las últimas décadas, ha sido recurrente el comentario acerca del conjunto de deficiencias relacionadas con la comprensión de la lectura, la expresión oral y la escritura. Tales carencias constituyen importantes escollos en función del logro de los objetivos. No es suficiente detectar las fallas más usuales, es imperativo efectuar los correctivos necesarios para comenzar a superar tan evidente situación, o en todo caso solventarla paulatinamente. Son asiduas las investigaciones que sobre este aspecto concreto han realizado diversos especialistas de variadas formaciones académicas, pero hasta ahora, según el registro efectuado, han estado centradas en la escritura y la dicción.

La reflexión acerca de la enseñanza de la lectura ha adquirido una significación progresiva, esto puede evidenciarse en las actas de los Encuentros Nacionales de Lingüística, como también en los Simposios y Congresos de Investigadores. Ambos espacios para la discusión sobre la lingüística y la literatura han sido penetrados por la inquietante indagación sobre la enseñanza de ambas áreas, es evidente que la didáctica ha pasado a ocupar un sitio de digno en la discusión académica en esta última década.

En consecuencia, se suprimieon las nociones de verdades absolutas y universales, ellas han sido sustituidas por el relativismo, permitiendo que emerjan perspectivas y posibilidades diversas, conducentes a variados puntos de vista en cada situación por parte del individuo. Así, la exégesis literaria adquirió paulatinamente el llamado doble rol necesario de la literatura: el espejo donde divisa su rostro e identifica el complemento de su verdad. Al respecto Mata Gil, M. 3. (1995) elucida parte del camino:



La palabra tiene la misma cualidad teleológica del Poder, con la diferencia de que su potencia creadora es infinitamente mayor porque trasciende lo meramente físico y toca lo ontológico tanto como los hechos de la imaginación. (p.19)



La crítica literaria ha oscilado entre puntos de vista inductivos y deductivos. El análisis impresionista y retórico ha sostenido gran parte de los elementos inductivos, y del otro lado el elemento deductivo se ha apoyado en el objetivismo racional. Por tanto, es posible interrogarse, si el trascendentalismo o la posibilidad verdadera de atinar un saber literario es una visión equilibrada de la lectura total del texto producida por las oposiciones metodológicas y perceptivas.

Asimismo, a partir de la lectura activa de una obra, con el propósito de inducir su comprensión, se produce el comentario del texto, allí radica su naturaleza: relacionar el texto que analiza con otros elementos de información que conforman el contexto (cultural, histórico, ideológico, literario, religioso) para dar paso a un corpus interpretativo que vincule el texto con sus potenciales lectores. Lo definitivamente tangible e inocultable es la necesidad de delimitar el problema para poderlo enfrentar y alcanzar así, en mejores condiciones, los objetivos de las distintas asignaturas que tienen que ver con la interpretación de la lectura y el discurso informativo.

La justificación para emprender una investigación tomando la lectura como eje motivacional en la enseñanza, radica en que la lectura es además vida, es cultura, es lectura del universo. En la misma convergen, según Morin (2001): la participación, el amor, el fervor, la comunión, la exaltación, el rito, la fiesta, la embriaguez, la danza, el canto. El escritor portugués Fernando Pessoa (1986) afirmaba que en cada uno de nosotros hay dos seres, el primero, el verdadero, es el de sus ilusiones, de sus sueños, que emerge en la infancia y continúa toda la vida; el segundo, el falso, es el de sus apariencias, sus discursos y sus actos.

Por otro lado, es posible señalar que en los individuos cohabitan dos seres: el del estado corriente y el del estado poético. Tales seres cimientan nuestro ser, con sus dos polaridades, necesarias una para la otra: si no hubiera prosa no habría poesía.

En ese sentido, el estado poético no se manifiesta como tal sino en relación con el estado prosaico. Tenemos necesidad vital de prosa, porque las actividades prosaicas nos hacen sobrevivir. Frecuentemente, en el reino animal, las actividades de supervivencia conseguir alimento, protegerse de los peligros y los agresores consumen la existencia, el goce.

En ese mismo orden de ideas, la investigadora y ensayista Marisela Gonzalo Febres (2002) avala:



Un gran poeta inglés T.S Elliot, afirmaba que el hombre no soporta tanta realidad. Quizás por eso, encontramos en la poesía, la vía para relacionarnos con lo sagrado, con lo que nos toca y pertenece a todos, al margen de creencias religiosas o de ateismos.(p.21)



Precisamente, esa senda para comunicarnos con espacios casi vedados a la mayoría, para conectarnos con lo sagrado, que en fin toca a todos es lo que hace de la poesía una excelente oportunidad para trasmitir a través de ella conocimiento. Actualmente, nuestra especie dedica la mayor parte de su tiempo a sobrevivir. Tenemos que actuar para que el estado secundario llegue a primario. El prototipo sería tratar de vivir no sólo para sobrevivir sino también para vivir. “Vivir poéticamente es vivir para vivir”, como afirma Morin (2001).

Para el aprendizaje el aula es el universo. Igual sucede con la lectura. Contamos con programas idealmente concebidos, elaborados para profesores y estudiantes ideales, buenos lectores. Los objetivos y contenidos no son del todo obsoletos. Se cree que el problema radica en el abordaje dentro y fuera del área de clase, pues a los docentes que se desempeñan en el área de la lectura les etiqueta tradicionalmente como fastidiosos. Ante esta situación, ¿qué hacer?

Cuando se va a trabajar con la lectura, una de las principales exigencias para el análisis e interpretación de textos es que se trate de un análisis didáctico progresivo. Para lograr esto último sería recomendable indagar el título del texto, capítulo o artículo, pues éste contiene información que el autor destaca de una forma especial y que a veces es imprescindible para comprender el texto al que acompaña. La ponencia en desarrollo lleva implícita una propuesta. Para obtener la misma se sugiere el trabajo del texto a partir de la motivación. Se tomará como eje motivacional la lectura de diferentes textos.

En los últimos siglos la fusión entre ciencia y filosofía es inminente, las mismas han fluido separadamente, cuando han debido acoplarse, no sólo para recordar sus orígenes, sino para redimensionar, reconstruir y profundizar en las inquietantes preguntas quiénes somos, cómo somos y una serie de longevos planteamientos. Uno de los biólogos más destacados en esa ciencia, Jacques Monod (1970), concluía, después de exponer los progresos teóricos de la biología molecular, lo siguiente: “Se ha roto la antigua alianza. El hombre sabe, en fin, que está solo en la inmensidad indiferente del universo, del que ha emergido por azar” (pág.10). Tal afirmación puede parecer una sentencia religiosa, y en efecto lo es, sólo que desde la dimensión contemporánea finisecular. El siglo XX descubrió para el hombre un territorio espantoso: el de la soledad. No sólo tendrá que asumirlo, sino que es cuerpo, carne de la incertidumbre. No solamente sabe que está desguarnecido en la inmensidad universal, sino que además como señaló Monod ha surgido por azar. Efectivamente, es la posición que arrastra el hombre contemporáneo, y desde ya debe entenderse que el término se refiere, en esta ponencia, al hombre del siglo XXI.



Por su parte, Ilia Prigogin, premio Nóbel de Química en 1977, e Isabelle Stengers, filósofo y miembro del equipo de Prigogin en Bruselas, dinamitan la armadura de las ideas científicas heredadas. Los autores predican con el ejemplo por una alianza posible, necesaria entre ciencia y filosofía. Ellos admiten esa soledad de la que habló Monod, pero demuestran con sus planteamientos que “no es una soledad fatal”. La humanidad no está condenada a un orden mecánico, sino que tiene la capacidad, la creatividad de ubicar “su destino de forma imprevisible”. Interesantes afirmaciones, porque explican que el hombre finisecular rompe con la alianza tradicional entronizada en Dios supremo y pasa a establecer una nueva alianza, pero con el hombre mismo. Esa, quizás, es su desolación- y la asunción de esa soledad que brinda la particularidad de convertirse realmente en origen y fin, y, fin y origen.

La investigación central de Prigogine giró en torno a la expansión de la termodinámica clásica y estudio de los procesos irreversibles con la teoría de las estructuras “disipativas”, con proyecciones epistemológicas que trascendieron al campo filosófico en los planos de la percepción y la construcción de la realidad. La preocupación científica de Prigogine brota ya en sus primeros trabajos y hace referencia a la “incertidumbre” que sacude y obliga una búsqueda de bases constructivas del futuro. Él parte de una “convicción constructivista”, que no sólo refiere al plano de la realidad cósmica, sino que traslada a la realidad social como construcción dinámica. Para Prigogine la edad de la certidumbre y la racionalidad pertenecen a una cosmovisión y a paradigmas superados por el hombre contemporáneo. Es decir, sus teorías establecen una ruptura con la linealidad del devenir, el determinismo las direcciones del tiempo.

Lo apasionante y más que inquietante en sus planteamientos es que, precisamente, parte de la incertidumbre. Al mismo tiempo da claridad sobre el futuro, el cual está abierto a la creatividad constructiva, a las bifurcaciones que revelan que no hay una dirección única ('la flecha de la historia') en la construcción de la realidad. Prigogine es uno de los argumentadores de la teoría del caos y del orden subsiguiente al caos, de las estructuras disipativas que afloran en los procesos de autoorganización. El caos está en el origen de la vida y de la inteligencia, sostiene, de modo que es la inestabilidad y el caos la base constructiva del orden. Nueva dimensión sistémica a partir de la complejidad, el no equilibrio, lo posible y lo probable frente a lo cierto.



El planteamiento de esta innovadora ciencia coincide con el resto de las ciencias humanas, particularmente con la historia. Se esboza la imposibilidad de comprender la vida, los fenómenos, cómo están constituidas las sociedades animales y humanas en los términos del determinismo clásico. Por tanto, propicia que se hagan participar las nociones del azar y de la probabilidad porque la naturaleza se mueve con naturalidad en un terreno aleatorio. Las ciencias en general demuestran que el carácter controlable no es natural, que resulta de un artificio. Es decir, como afirmaba Heisenberg, citado por Martínez (1999) “La verdad objetiva se ha evaporado”, por tanto el investigador de este siglo está obligado a ponerse en consonancia con su tiempo y con sus “nuevas miradas científicas” incluimos dentro de esas ciencias, por supuesto, la didáctica de la literatura.



Después de hacer una revisión panorámica de los cambios vertiginosos que sacuden los comienzos de este siglo XXI, los actores imbricados con el hecho educativo estamos obligados a modificar los conceptos y estereotipos profesionales. Tal circunstancia lleva implícita la necesidad de asumir modelos de enseñanza y construcción de los conocimientos acordes con la época. Este escenario ha sido un perenne dolor de cabeza y queja en todos los renglones. No únicamente, en lo concerniente a la academia, sino en la totalidad de nuestra sociedad: profesores, directivos, gobernantes, alumnos, representantes. La preocupación de los docentes por la falta de preparación de los estudiantes en todas las áreas es un secreto a todas voces que continúa pidiendo solución al bajo rendimiento académico y al desempeño de los docentes en su vida profesional.



En ese contexto la didáctica en general y específicamente la que acaricia esta investigación, la didáctica de la literatura y de la lengua, pugnan por encontrar dentro de ese territorio incierto un mapa teórico que permita crear, practicar, ensayar modelos convenientes para la educación, que favorezcan un aprendizaje activo, reflexivo y más parecido a lo humano. La investigación en lo social, y particularmente en educación, debe ser un procedimiento exhaustivo, de búsqueda permanente de interpretaciones de los hechos observados; constituye una construcción constante de conocimientos que se dirige hacia la profundidad evidenciada en el escudriñamiento de la estructura teórica que se procura, desde cada parte y sus relaciones hasta la integración del todo.



Es un proceso que conviene ser desarrollado en conjunto, es incómodo e inexacto a los tiempos que transitamos. Si se enfoca individualmente, con egoísmo o mezquindad, resulta impreciso, ya que al tomar parte en un asunto social todos sus componentes se ven involucrados y al incursionar en el escenario de estudio, el investigador debe hacerse partícipe de la cotidianidad investigada, por ende también será tocado de la misma dinámica que lo comporta.



En lo personal, reconocer las bondades de la postura cualitativa de investigación objeto de estudio, para producir conocimientos, como modo de acercarse a la realidad, describirla desde adentro para llevar a la interpretación que sustentan la teoría que se ve nacer en el escenario estudiado. Generar o reconstruir los sustratos teóricos de la didáctica de la literatura y de la lengua, buscar proposiciones para esa reconstrucción era nuestro propósito. Sin embargo, progresivamente la investigación dio un giro, desde el propio escenario seleccionado emergió la idea de tomar parte de la investigación y valerse de la misma para que, al mismo tiempo de diagnosticar se transitara en un terreno de la problemática enfrentada y asomaran otras aristas.



Esta investigación pretende ser un aporte dentro de la investigación cualitativa, tomarla como punto de partida para un trabajo que desde ya se ve arduo, pero ineludible dentro de la tan necesaria enseñanza de la lectura. Los criterios que permiten el justo enjuiciamiento de los procesos y productos de la investigación en lo social, se han visto sacudidos con la pugna entre los que defienden la postura cualitativa frente a los que se mantienen en la cuantitativa. La validez, confiabilidad sustentada en instrumentos de lápiz y papel, objetividad y generalización de la positivista, se encuentran enfrentados a la credibilidad, transferibilidad, confiabilidad soportada sobre el propio investigador y la confirmabilidad como criterios para evaluar el abordaje cualitativo.

En este sentido, la triangulación se presenta como una estrategia de confrontación de gran valía para el investigador, ya que permite hacer auditorias en varias de las fases de la investigación bajo sus distintas modalidades, lo que repercute en el incremento de la credibilidad y la confiabilidad del trabajo.

Finalmente, recae en nosotros, los docentes, el compromiso de ampliar el universo de la lectura y desentrañar, al mismo tiempo que hermanar los paradigmas cuantitativo y cualitativo para que le enseñanza de la lectura tome su propia dimensión dentro del campo del saber que no será otra que la de contribuir a que el estudiante contemporáneo, un conglomerado de orígenes bien heterogéneos culturalmente, aproveche todos los medios tecnológicos actuales para ensanchar su universo conceptual y significativo. Es decir el aula de clases de las asignaturas que se relacionan con el idioma es actualmente un laboratorio cruzado de televisión, diversidad lingüística en el cual podemos escuchar castellano /inglés, francés, catalán, valenciano, gallego, vasco, cine, música, etc,, que se encuentran no sólo dentro del aula de clases sino afuera. De nosotros los profesores dependa que esa lectura sea provechosa o no. Si como afirma el Dr. Luis Barrera Linares “El Internet es una revolución imposible de detener”, entonces a los docentes nos corresponde buscar estrategias y métodos acordes con el aprovechamiento de esa tecnología. El libro no ha muerto, sólo ha mutado: bienvenido ese nuevo rostro.



REFERENCIAS

1. Barrera Linares, Luis. Entrevista realizada por Michelle Roche Rodríguez. El Nacional 07/06/2010. Pág.4.

2. Chacón, María del Rosario. Aportes Teóricos para la reconstrucción de la didáctica de la literatura en educación universitaria desde la creatividad.(Tesis Doctoral UPEL, Maracay-Venezuela. julio 2009.

3. Mata Gil, M. (1995).

4. Morin (2001)

5. Pessoa, Fernando (1986)

6. Chacón, 1999)